que favorecen el fortalecimiento del sistema inmunitario. Un ambiente frío favorece el transporte del oxígeno y los nutrientes a las células de nuestro cuerpo.
El sistema linfático está separado de los vasos sanguíneos y tiene la tarea de combatir los patógenos y filtrar los residuos.
Cuando el líquido linfático no se transporta eficientemente, se acumula en las extremidades y produce síntomas que conducen a un deterioro en la calidad de vida.
6. Conciliar mejor el sueño.
Aunque las duchas calientes son el método preferido para conciliar el sueño, las duchas frías pueden ser una buena terapia en este sentido, debido al hecho de que generan una fuerte sensación de bienestar que permite que el cuerpo se relaje para inducirlo a dormir bien.
7. Hidrata la piel y el cabello.
Tanto a la piel como al cabello le benefician las duchas de agua fría, ya que el agua caliente como sabrás, ayuda a abrir los poros de la piel, el agua fría ayuda a cerrarlos. Por otro lado el agua fría es mucho más hidratante y evita la sequedad de la piel, la aparición de pequeñas imperfecciones cutáneas, así como los problemas relacionados con el exceso de grasa.
8. Acelera la recuperación después del ejercicio
Los atletas toman duchas congeladas (incluso baños de hielo), después de sus entrenamientos para calmar el dolor muscular y acelerar el proceso de recuperación de los mismos.
Su poder antiinflamatorio y lubricante ayuda a relajar todas las articulaciones para reducir la sensación de cansancio.
9. Ayuda a bajar peso.
El cuerpo humano contiene dos tipos de lípidos: células grasas blancas y marrones. Los blancos son los que se acumulan debido al consumo excesivo de calorías y la vida sedentaria. Por otro lado, la grasa marrón se conoce como «buena» porque genera calor en el cuerpo y ayuda a reducir la grasa nociva.
Dado que las bajas temperaturas ayudan a activar el cuerpo, tomar duchas a baja temperatura podría afectar la pérdida de peso.
10. Combate la celulitis
Una costumbre tan sencilla y fácil como ducharse con agua fría, puede contribuir a la reducción de la celulitis o lo que se conoce más popularmente como «piel de naranja».
Cuando se activa la circulación y promueve la eliminación de toxinas, reducimos el tejido adiposo (grasa), y mejora el aspecto de la piel. Ahora ya sabe por qué no es bueno ducharse con agua caliente.
Como ves, la ducha con agua fría es la mejor opción; a partir de hoy intenta hacerlo así siempre que puedas, tu cuerpo y salud en general te lo agradecerán.
Por: Alfredo José Corbín Ordóñez
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