.- 3. Cuando tengamos los ingredientes totalmente integrados e incorporamos la mantequilla. Volvemos a mezclar, en esta ocasión, con nuestras propias manos. Cuando veamos que es complicado continuar amasando dentro del bol, enharinamos una superficie amplia, como una encimera o mesa, sobre la que previamente espolvorearemos un poco de harina.
.- 4. El proceso de amasado debe ser intenso. Al principio la masa será pegajosa y poco manejable. Debemos “apretar” la masa hacia delante, doblar sobre sí misma hacia ti y girar. Repetiremos esto hasta que la masa sea homogénea y deje de pegarse a la superficie de trabajo.
.- 5. Una vez tengamos nuestra masa a punto, llega el momento de dejarla reposar. Para ello, la colocamos en un bol y la cubrimos con un paño de cocina. Dejaremos la masa reposando durante, aproximadamente, de 1 a 2 horas.
.- 6. Pasado el tiempo de reposo, recuperamos la masa que dividiremos en las cuatro partes. Es el momento de dejar volar la imaginación y darle a nuestra mona la forma más original que se nos ocurra: tortugas, trenzas en forma de círculo, peces… cualquier propuesta es bien recibida. Cuando le hayamos dado forma a cada porción de masa, forramos la bandeja del horno con papel vegetal y ponemos nuestras masas, con cierta separación entre ellas. Las cubrimos con un paño de cocina y volvemos a dejar reposar nuevamente durante 2 horas.