Aunque ya queda poco para que acaben las fiestas navideñas y comience la temida cuesta de enero, aún sentimos la ilusión de las reuniones con nuestros seres queridos, los regalos y la buena comida. Quedar en familia para disfrutar de un buen Roscón de Reyes es una de las tradiciones que más nos gustan. Por ello, desde Levanova, queremos proponerte que este año te animes a hacer este delicioso postre con tus propias manos, para llenar la Noche de Reyes de aún más magia e ilusión. ¡Te traemos así esta especial receta con la que serás el primero en saber dónde se esconde la famosa figurita!
Paso 1:
Mezclamos todos los ingredientes en un bol excepto el azúcar y la mantequilla. Una vez estén integrados, sacamos la masa del bol y comenzamos a amasar sobre la encimera.
Paso 2:
Cuando la masa esté fina, añadimos el azúcar y volemos a amasar. En este momento verás que la masa pierde algo de consistencia, por ello es importante amasar durante unos 5 o 6 minutos. Cuanto más insistamos mejor será el resultado.
Una vez que la masa vuelve a estar fina y elástica, es el momento de añadir la mantequilla. La mantequilla hará que la masa pierda toda su estructura, se rompa y se vuelva muy pegajosa. Es aquí donde el amasado se volverá difícil, pero con paciencia e insistiendo, la masa volverá a tener consistencia.
Paso 3:
Cuando hayamos conseguido una masa homogénea, metemos la masa en el bol, tapamos y lo dejamos reposar durante aproximadamente 1 hora (el tiempo necesario para que doble su volumen) en un lugar a temperatura ambiente para que adquiera sus propiedades y aromas gracias a la acción de la levadura.
Paso 4:
Sacamos nuestra masa del recipiente y la boleamos sobre la encimera. Una vez hayamos conseguido una bola uniforme, nos pringamos las manos con un poco de aceite y hacemos un agujero en el centro. Agrandaremos y estiraremos la masa con cuidado hasta conseguir la forma típica del roscón.
Paso 5:
Colocamos nuestra masa con forma de corona en la bandeja del horno sobre papel. Seguidamente, la volvemos a tapar y la dejamos reposar en torno a una hora.
Paso 6:
Transcurrido el tiempo de reposo, pintamos nuestra corona con el huevo batido que nos queda. Seguidamente, repartimos la fruta confitada por la superficie, esparcimos el azúcar previamente rociado con agua de azahar (de manera que tenga una textura pastosa pero no líquida) y colocaremos los trocitos de almendras. Y sí, es ahora cuando hay que meter la figurita en el roscón. Envuélvela en papel de horno y escóndela en algún punto del roscón. Después, hornea a 170ºC durante unos 30 minutos (hasta que veas la superficie completamente dorada.
Paso 7:
Finalmente, y una vez hayamos sacado nuestro roscón del horno y se haya enfriado, podemos abrirlo por la mitad y añadir nata montada, crema o trufa. ¡Nadie quedará indiferente ante esta deliciosa receta!
