Elaboración:
Paso 1:
Desmenuzamos con las manos la levadura fresca Levanova sobre la harina en un bol grande. A continuación, incorporamos lentamente el agua tibia, la sal y el aceite.
Paso 2:
Mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir que queden bien integrados.
Paso 3:
Una vez quesea así, pasamos a amasar la masa sobre una superficie lisa, que habremos enharinado previamente, como la encimera. Realizamos esta tarea con nuestras propias manos durante unos 10 o 15 minutos.
Paso 4:
Una vez tengamos una masa homogénea y lisa, es el momento de dejarla reposar. Para ello, hacemos una bola, la metemos en el bol y la tapamos con papel film. Debemos dejarla reposar el tiempo necesario para que doble su volumen, que será en torno a una hora.
Paso 5:
Transcurrido este tiempo, con ayuda de un rodillo, aplastamos y estiramos la masa sobre papel de horno hasta que su grosor sea lo más fino posible.
Paso 6:
En este momento, nuestra masa estará lista para personalizar, en este caso, con ingredientes que la convertirán en una pizza de apariencia terrorífica, perfecta para Halloween.
En primer lugar, incorporamos el tomate frito extendiéndolo por toda la superficie de la masa. Seguidamente, añadimos orégano y el queso, con el que dibujaremos una telaraña. Hay que tener en cuenta que el queso se fundirá en el horno y se expandirá, por lo que debemos intentar dejar el máximo espacio posible entre líneas.
Paso 7:
Para darle el toque final a nuestra pizza, mientras dejamos que el horno se precaliente a 220º, preparamos aceitunas negras que convertiremos en pequeñas arañas. Para ello, cortaremos todas las aceitunas por la mitad. La primera parte de cada una será el cuerpo y, la otra mitad, la cortaremos en tiras más finas que serán las patas.
Colocamos nuestras arañas distribuyéndolas por toda la superficie de la masa y estará lista para hornear.
Paso 8:
Bajamos la temperatura del horno a 200º y metemos nuestra pizza. Horneamos durante 10 minutos y… ¡lista para comer!