El 30 de julio se celebra el Día Mundial de la Tarta de Queso, una jornada que cuenta, cada vez más, con el apoyo del público y de los profesionales de la restauración, rendidos todos a las infinitas posibilidades de este postre que es todo un imprescindible de las cartas, un referente cultural que gusta a (casi) todo el mundo. En Restaurante Gamberro (Zaragoza, 1 Sol Repsol y destacado en Guía Michelin) también cuentan con su propia (y personalísima, como todo lo que hacen) tarta de queso. La de ellos es una cheesecake de Radiquero, muy aragonesa, pues emplea uno de los premiadísimos quesos de Radiquero (Adahuesca, Huesca). Se acompaña con un helado (de melocotón de Calanda, yuzu...) y se sirve sobre tierra de pan de vino. El resultado: tan vistoso como brutal.
Como explica Franchesko Vera, el chef de este espacio, «nosotros queríamos hacer una tarta de queso, pero a nuestro estilo, huyendo de la moda, y con ese espíritu de tarta de siempre, con aires maños y que, además, estuviera buenísima». Es una crema ligera, un semifrío realmente fino y rico, que servimos junto a un helado que cambia en función de la temporada. Es uno de nuestros postres clásicos, que cuenta con una excelente acogida».
Un referente de la cocina creativa de Aragón
Restaurante Gamberro (Bolonia 26, Zaragoza) es uno de los espacios del momento en cuanto a alta cocina creativa en España. Con una trayectoria de diez años, tiene al frente de la cocina a Franchesko García y, en sala, a Flor García. Juntos, como pareja sentimental y profesional, han levantado un espacio imprescindible en la capital aragonesa, con una personalísima culinaria. Gamberro es un poco irreverente, tiene mucho de elegante y lúdico y rebosa imaginación y nivel, sirviéndose de una despensa espectacular, con grandes proveedores locales y nacionales, pero también foráneos. ¿Su lema? De Aragón al mundo.