Cuando el calendario avisa que el verano se despide, pero el sol de la Costa de la Luz se niega a marcharse, emerge una invitación irresistible: una escapada ocasional, un capricho otoñal en el Vila Galé Isla Canela. En este rincón de Huelva, a orillas del Atlántico, el hotel se presenta como un santuario transformado, ideal para quienes buscan los últimos, dorados, rayos de sol sin renunciar a la elegancia y el confort.
Ubicado en un edificio de sugerente inspiración árabe y con el privilegio de ofrecer acceso directo a la playa, este establecimiento se ha consolidado como un referente de la hotelería en la Costa de la Luz. Su reciente puesta a punto ha redefinido la comodidad, creando un entorno de lujo sobrio y funcional.
El corazón de esta experiencia reside en sus 300 estancias, entre las que destacan 149 habitaciones completamente renovadas. En ellas, el diseño actualizado se funde con elementos decorativos únicos, como el papel pintado temático que evoca episodios clave de la cultura andalusí. Un sutil guiño a la tradición que se complementa con la modernidad: cada habitación incluye un código QR para acceder a contenido interactivo y educativo, enriqueciendo la estancia con un atractivo cultural.
Los espacios comunes completan la promesa de bienestar. La piscina principal ha sido renovada y ahora se acompaña del nuevo servicio de bar “Splash”, el lugar perfecto para disfrutar de un aperitivo bajo el sol de octubre. Pensando en el disfrute familiar, se ha reforzado el segmento infantil con una nueva área dedicada a los niños, que incluye una piscina con toboganes y un Kids Club repleto de actividades.