Después del verano, la vuelta a la rutina se convierte también en la excusa perfecta para reencontrarse con amigos, familia y compañeros. Esos momentos de complicidad saben mejor si se celebran con una copa de Mar de Frades, el vino atlántico que convierte cada encuentro en una experiencia inolvidable.
Fresco, vibrante y lleno de carácter, Mar de Frades Albariño es el aliado perfecto para brindar por lo que de verdad importa: volver a compartir risas, historias y sobremesas que nos reconectan. Desde una comida entre amigos hasta un aperitivo improvisado, este vino invita a disfrutar de cada instante con autenticidad.
Un vino que refleja la esencia del Atlántico
Considerado el símbolo universal del auténtico carácter albariño, Mar de Frades expresa la frescura, la libertad y el sabor intenso de su origen en las Rías Baixas. Su icónica botella azul y su inconfundible perfil aromático con notas de frutas tropicales, flores silvestres y un elegante recuerdo salino lo convierten en un vino único, siempre reconocible y sorprendente.
Su versatilidad lo hace el compañero ideal de aperitivos, platos marineros o, simplemente, de esa copa compartida que marca el inicio de un reencuentro especial. Porque cada reencuentro merece un brindis, y cada brindis merece un Mar de Frades.
Este otoño, los reencuentros se visten de azul. Y es que con Mar de Frades Albariño, cada sorbo es un homenaje al placer de compartir, a la intensidad de la vida y a la alegría de estar juntos de nuevo.